miércoles, 20 de marzo de 2013

Pendencias de aquí y allá. Liortas de eiquí e aculá.



Las pendencias que más celebridad se han llevado históricamente han sido las que, ambientadas en los lejanos salones del Oeste americano, en un frenesí de volar las sillas y disparos al pianista, han mitificado en el celuloide directores como John Ford o Sam Peckinpah. Bien es cierto que en España con una sociedad y unas estructuras de poder consolidadas, no se alcanzaba aquel grado de violencia; pero la dureza de ese tiempo en ocasiones encontraba su equivalente a la naturaleza hostil de aquellos colonos, en el espíritu aguerrido de muchos paisanos nuestros. Esta entrada será la primera de una serie de beligerantes noticias -yo diría que rozando cierto sensacionalismo-, que podríamos incluir en una sección de sucesos. Vamos a ello pues.

 

Para Empezar quién dijo que sólo los vaqueros llevaban revolver:

 

La benemérita recogió dos revólveres que usaba sin licencia el mozo de Cabreira-Salvatierra Juan Rodríguez Soto y el de Mos Eduardo Alonso Estévez, denunciándolos a la autoridad judicial.

 Faro de Vigo 17 de Enero de 1914.

 


 Muchas veces desde el mostrador de algún salón en Texas o Wisconsin se accedía directamente a la calle, bien a través de las puertas de doble hoja del local, bien de manera menos cortés a través de los vidrios de una ventana. Una vez fuera y ya en la calle principal el duelo estaba servido.  Nosotros desconocedores del Western, género por inventar, arrimábamos el codo no bar da festa o chiringito e se había bronca esta se dirimía no centro do torreiro y en estas ocasiones las fiestas también podían acabar en tragedia. Aquí al menos no disparábamos al gaitero, o al menos no consta en acta.

  “El jefe de puesto de Guillarey pone en conocimiento de sus superiores que el día 21 ocurrió un sangriento suceso en la parroquia de Salceda. Se celebraba la fiesta de San Benito por lo que la concurrencia era considerable. Cuando la animación era mayor surgió una reyerta entre mozos de Salceda, Aljan y Cabreira, ignorándose los motivos. Sonaron algunos disparos de revólver y salieron a relucir las navajas, resultando dos heridos. Son estos Nemesio Carracedo Veloso, grave de arma blanca y Generoso Carracedo Justo, leve de arma de fuego. Como autores de las lesiones se detuvo a los súbditos portugueses Antonio Franquin da Silva y Joaquim Pereira de 37 y 19 años. Los detenidos han ingresado en la cárcel de Tuy.

El Noticiero de Vigo 26 de Marzo de 1914

Las cuestiones de rivalidad entre parroquias eran bastante frecuentes y esta inercia se mantuvo hasta bien entrada la década de los setenta. Vamos con más “pelexeiras”:

DOS REYERTAS EN GALICIA. Un muerto y varios heridos.
Durante una fiesta que se celebraba en la parroquia de Carmuega, del Ayuntamiento de Golada, se promovió una reyerta entre jóvenes de los pueblos de Carbia y Lalin, y se cruzaron numerosos disparos. Resultó muerto Manuel Sousillos. También resultaron heridos d« pronóstico gravísimo varios mozos más.
Según dicen de Salvatierra, en la parroquia de Meder se promovió otra reyerta, en la que resultó gravemente herido José Valiño. El agresor, José Melón, se internó en el monte, perseguido por los guardias  y el vecindario.

 La libertad 5-de Julio de 1934

La posesión de armas en épocas anteriores a las reseñadas parecía un hecho común en las actuaciones de la justicia y en los altercados, convirtiéndose en argumentos contra los que era mejor no llevar la contraria

ARMADO HASTA LOS DIENTES EN SOUTELO Un provocador armado hasta los dientes:
En la parroquia de Soutelo, término de Salceda de Cáselas, cuando Isidro Fernández González se hallaba con el cura, se presentó su cuñado Manuel Castiñeira, armado de una escopeta, y le retó para salir a pelearse. Como Isidro no le hiciera caso, Manuel entró en el patio e intentó agredir a las personas que allí había. Estas lograron sujetarlo, atarlo y entregarlo después a la Guardia Civil. Manuel, además de una escopeta cargada, llevaba un revólver y un puñal, con el que causó algunas heridas a Isidro, (Febus.)

La voz. 8 de Agosto de 1935

Por si nos faltara algún ingrediente  reivindicar la figura del cuatrero, que por aquí también los había. Damos fe de una noticia de Soutolobre en la que no se dan las señas de una mula porque no constan pero si describen las de un caballo por si alguno lo hubiera visto pasar:

D. Román Pérez Vidal, juez de primera instancia de la ciudad de Tuy.
    Por el presente hago saber que me hallo instruyendo causa criminal contra Manuel Vilas y Diego Mouriño, vecinos de la parroquia de Sotolobre, en el partido de Puenteareas, por suponérsele autores del hurto de un caballo, cuyas señas se expresan a continuación, de la propiedad de Rosa Comesaña, de esta misma ciudad y de una mula de la pertenencia de Antonio Ferrera y Ferrera, que no se mencionan las señas por no constar.  Dado en Ciudad de Tuy a 29 de mayo de 1871. Román Pérez Vidal.- de orden de S.S. Juan Comesaña y Vila.

Señas del caballo- Es de color castaño, tiene 6 cuartas y 3 dedos de alzada, con una estrella en la frente blanca y hendidos los cascos de ambas manos.

Boletin Judicial de Galicia 17 de Junio de 1871


1 comentario:

  1. Moi interesante entrada. Sí señor.
    Andaremos con máis ollo cada vez que voltemos á terra, non vaia ser o caso de que aínda queden reminiscencias de tempos pasados en forma de fusiles agochados nos alpendres.
    Apertas!

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jesuspresa@hotmail.es