martes, 25 de febrero de 2014

LAS MISIONES – SALCEDA Y SALVATIERRA- El misterio del campo de la misión en Cabreira

Apenas un símbolo tallado en piedra. Un testimonio de otro tiempo al abrigo de la umbría cúpula de robles. Lo que queda de lo que fue otrora una cruz latina con una inscripción nas leiriñas, en el barrio de la Devesa: “Campo de la misión- Junio de 1901”. ¿Qué hay detrás de este monumento conmemorativo?.

Fotografia propiedad y cortesia de J.M.Xespi



Tal vez para arrojar alguna luz sobre esta cuestión deberíamos empezar por explicar ¿Qué eran las misiones?:
Las misiones eran actos religiosos itinerantes que consistían en la actuación de un grupo de predicadores durante un periodo que iba desde los seis a los nueve días, dedicados a mantener y elevar la fe de los fieles católicos mediante sermones y actos de devoción colectivos como la afluencia masiva a la confesión.

Este apostolado era impartido, unas veces por los propios párrocos, y las más de las veces por órdenes religiosas de los jesuitas y de los franciscanos que tuvieron un importante protagonismo en la celebración de la mayor parte de estos actos de fe.

Por poner un ejemplo del ideal que las impulsaba las constituciones del Convento Franciscano de Herbón  establecían como fin prioritario “La conversión de los pecadores” y para ello existía un programa anual de actuaciones que se basaba en las “continuas misiones que se hacen por todos los obispados de este reino” saliendo del convento cada año varias parejas de frailes.

El periódico católico-monárquico  El siglo futuro, con fecha 26 de Febrero de 1891 nos pone al tanto de la siguiente misión en la parroquia de Pesqueiras, Salvatierra de Miño:

  “Los reverendos padres Franciscanos del Colegio de Santiago Fray Mariano Ibáñez y Fray Feliciano Calvo están dando una misión en la parroquia de Santa Marina de Pesqueiras (Pontevedra). Se espera que sean abundantísimos los frutos espirituales dado el celo apostólico y la abnegación que distingue a los beneméritos hijos de San Francisco.”.

Galicia fue la tierra donde las misiones se desarrollaron con más plenitud. En 1871 el prelado provincial, al visitar a los cuatro jesuitas de Santiago de Compostela, decía que Galicia  “Es casi el único lugar de España en el que se pueden dar misiones de verdad sin contradicciones y sin descanso”

Según cuenta el Jesuita padre Arcaya en su  “Diario de las misiones en Galicia por los padres Cabrera y Arcaya III 1895 1901”, en el año 1870 les pedían misiones en todas partes .En 1871 narra que llegó el padre March, el gran veterano y narra las misiones en Salceda, cerca de Tuy.

Iglesia Santa Maria de Salceda con la cruz  de misiones sobre el rosetón



En épocas posteriores, pasado el periodo de la guerra civil,  habrían de celebrarse en Salceda nuevas misiones. Una de las últimas celebradas tiene su cruz conmemorativa sobre la fachada de la Iglesia parroquial con fecha del mes de Noviembre del año 1964 promovida por la orden los Jesuitas. Testimonios recogidos sobre esta celebración nos hablan de una pareja de oficiantes con el hábito de la orden y capucha, y a pesar de estar avanzado el otoño con sandalias en los pies. Uno de ellos el más joven con abundante barba y con un discurso más desenfadado en tanto que su compañero en los oficios, arengaba a la parroquia con un discurso lleno de matices apocalípticos causando gran impresión entre los presentes. Se organizaban comitivas procesionales desde la iglesia de Santa María a los diferentes domicilios donde se hallase la imagen de la Virgen de Fátima. Los sermones se organizaron atendiendo a un criterio de sexo y edad, así un día se predicaba a las muchachas jóvenes, otro a los hombres de la misma edad o bien a personas de edades más avanzadas.

Los métodos utilizados  en la predicación se basaban en estilos diferentes en virtud de la orden religiosa. Los Jesuitas y capuchinos diferían en sus arengas de los métodos más sencillos utilizados en el lenguaje por los franciscanos.

En Cabreira sabemos que fue al igual que en Salceda la Compañía de Jesús, es decir los Jesuitas, quienes ejercieron esta labor misionera. Una cruz sobre la parte sur de la Capilla del Carmen, anexa a la Iglesia parroquial nos lo recuerda. “ Santa Misión dada por los P.P. Santos y Vicente S.J. siendo C.P. Dn A.M.G. junio del año 1901”. El párroco por aquel entonces era, como reza la inscripción, D Ángel María G. Lorenzo  que moriría en Tuy cuatro años después de este evento en Agosto de 1905. En el segmento horizontal de la Cruz aparece una inscripción que reza “Acuérdate de tus novísimos y nunca pecarás” (vocablo extraído del libro del Eccli, 7, 40. Los novísimos del hombre: a saber la muerte y el juicio particular, Los novísimos del mundo  la resurrección de los muertos, el juicio final )

CRUZ  EN LA PARED SUR DE LA IGLESIA DE SAN MIGUEL DE CABREIRA


  Suponemos que la elección del Campo de la misión se debió a la ubicación de la parroquia como lugar bisagra con lindes desde los ayuntamientos de Salceda y Salvatierra en primer término hasta las parroquias de Arantey, Entienza y Alján. En el apéndice “Geografia de las misiones populares”  se explica: “En zonas rurales de población diseminada o de tierras de montaña se organizaba la típica misión central. Una parroquia escogida como centro servía como lugar de cita a las que acudían los fieles de las parroquias vecinas…”.

Sobre los Padres Jesuitas convocantes de la Misión en Cabreira sabemos que P.P. Ignacio Santos nació en el año 1833 en la Fregeneda, Salamanca y se ordenó sacerdote en la Compañía de Jesús en el año 1858. Anduvo 21 años por tierras de Cuba y Puerto Rico desde  1862 a 1883 y posteriormente sería destinado como superior en la residencia de la Coruña. Tras algún tiempo como operario en Santander se dedicaría a partir del año 1893 a las misiones populares. Se le atribuye un tono de su discurso reflexivo y mesurado. Acompañó al padre  Rafael Vicente en muchas misiones hasta el año de su muerte en Valladolid en 1908. Dejó obra escrita: “ Memoria de las Santas misiones de los PP  Ignacio Santos y Rafael Vicente” y otras. Esta obra junto con otras de su autoría se hallan en el archivo de San Ignacio de Loyola.

Según la tradición oral en la misión de Cabreira se marchó en procesión desde la Capilla  de San Roque o la iglesia Parroquial de San Miguel hasta el campo de la misión (este extremo no está contrastado documentalmente)  y en efecto a tenor de lo descrito en el libro la Compañía de Jesús en la España contemporánea de Manuel revuelta González bien pudiera haber sido así:

                     “En el comienzo de los sermones en Galicia el párroco salía de la iglesia con el crucifijo de la misión enarbolado en medio de sus feligreses, entraba en el campo de la misión llevando en procesión las imágenes de Jesús Nazareno y de Nuestra Señora y cantando la letrilla “A Misión os llama”, a la que respondían las parroquias forasteras con el canto “Cristianos venid, Cristianos llegad”. El párroco entregaba el crucifijo al misionero, que lo recibía, lo besaba y lo colocaba en el testero del púlpito.”

Derivado también de la tradición oral nos llega que la Misión de Cabreira fue convocada a instancias de algún vecino pudiente de la parroquia. La documentación hallada al respecto también corrobora esta posibilidad y en esa línea hallamos la siguiente información:   “En Galicia era frecuente la organización de misiones gracias a la limosna de personas ricas del lugar….”

FOTO PROPIEDAD DE JM XESPI


LA ELECCION DEL CAMPO O “CHOUZO” DE LA MISION:

En el libro Misiones del PP. Santos y Vicente  1901-1903, uno de nuestros protagonistas de la misión de la que hablamos nos dice:  “El campo ideal según el padre Santos tenía que ser amplio capaz de contener de 12.000 a 20.000 personas, en declive moderado, para que todos oyeran bien al predicador, con buenos accesos para los que venían de las parroquias cercanas, no lejos de la iglesia ni demasiado apartado de la carretera y con cualidades que lo hicieran cómodo y ameno: no se deben despreciar según los tiempos, ni el abrigaño ni el césped, ni la sombra de una buena arboleda”. Como vemos en Cabreira se cumplían varias de estas recomendaciones; El camino (carretera actual) no estaba lejos del lugar de celebración, como no estaba lejos la Iglesia parroquial y según los testimonios de los mayores de la parroquia, estos recuerdan hablar a sus ancianos que en el lugar existió una enorme carballeira (Robledal) que posibilitaba el abrigo de árboles en la zona. Aun en la actualidad sigue siendo un lugar despoblado con una generosa presencia de esta especie arbórea.

Las Misiones eran actos ciertamente multitudinarios.  No ya solo por el fervor religioso imperante, sino porque venían a romper la rutina cotidiana de los pueblos. En algunas descripciones del ambiente creado alrededor de estas congregaciones (Misiones y misterios de los PP Santos y Vicente  1903- Ourol-Alto Ulla) se decía:

“Llegaban a juntarse miles de personas que acudían a pie, en carros o cabalgaduras, con sus curas al frente llevando sus estandartes, cruces parroquiales o imágenes de su devoción…. Era impresionante verlos llegar entonando cantos,  a la luz de las antorchas durante la noche* o antes de la aurora….  Cada misión parecía una de aquellas romerías populares, típicas de Galicia…… El carácter extraordinario de la misión y su finalidad exclusivamente religiosa atraían a multitudes de toda edad y condición y a una nube de comerciantes encargados de surtir a los forasteros de comida, bebida y quincalla religiosa”
*recogido también de la tradición oral, la misión de Cabreira se celebró en alguna de sus jornada en ejercicios o sermones nocturnos.

Las Misiones representaban el espíritu de la época en torno a la idea de pecado o virtud, cielo e infierno.
 Han pasado 113 años y la Iglesia se debate entre resoluciones del Comité para el derecho de los niños de la ONU en torno a los Cardenales y miembros pederastas y su enjuiciamiento y un espíritu misionero auténtico, menos dogmático, más elevado,vocacional y actual, que impulsa a muchos religiosos y seglares a sacrificar su vida por los que lo necesitan en el tercer mundo, o a tareas de auxilio social. Esa es su Lucha espiritual.

Nosotros simple y llanamente, aportamos algo de luz sobre lo ocurrido en aquel mes de junio de comienzos del siglo XX en el Campo de la Misión.

Después de la publicación de este post recibo una valiosa aportación del Historiador Manuel Prego Español de la existencia de un Cruceiro en el campo de la Misión que fue expoliado o derribado por insensibilidad o irresponsabilidad de algunos. Conocíamos la existencia del mismo pero lo que no sabiamos es que en su base existía una inscripción esculpida con los siguientes caracteres que Manuel Prego, gentilmente nos ha facilitado. La inscripción reza: 

"AQUÍ SE CELEBRARON 18 MISAS
COMULGARON 14.000 PERSONAS
ASISTIERON 13 PARROQUIAS"

Desde Parderrubias Jose Vaqueiro Fandiño nos comenta que en la Iglesia Parroquial existe una Cruz de Misiones del año 1932.


Fuentes-
La Compañía de Jesús en la España Contemporánea- Manuel revuelta Gonzalez
Misiones y misterios de los PP Santos y Vicente  1901-1903-
Periodico- El Siglo Futuro
Espacios Rurais e sociedades campesiñas- Ofelia Rey Castelao-Universidade de Santiago
Tradición oral de Cabreira y Salceda de Caselas

Agradecimientos: A Marga Nuñéz por su estrecha colaboración y a JM Xespi por sus fotografías.


domingo, 23 de febrero de 2014

EL POETA CABANILLAS NA PARROQUIA DA PICOÑA E A TRAVES DO VAL DE SALCEDA

Ramón Cabanillas  pode ser considerado un dos grandes poetas galegos, impulsor das Irmandades da Fala e peza importante no chamado rexurdimento. Don Ramón, nembargantes, tiña como a grande maioría dos artistas que atender no so as necesidades do espíritu, senon  as mais pragmáticas relacionadas coa subsistencia. Despois de formar parte da emigración a Cuba durante alguns anos, traballou como segredario de alguns concellos entre os que estaba o de Mos. Pola proximidad con este concello estableceu a súa residencia en Porriño. Esta cercanía a Salceda de Caselas vai propiciar da man de Jaime Solá, director da revista Vida Gallega e de Pepe Palacios, irmán do célebre arquitecto porriñés Antonio Palacios, que o poeta se prestase a un día libre das súas obrigas. O plan era o seguinte: viaxar ao val de Salceda, visitar varias casas señoriais, comida opípara en Salceda e pechar o día cunha romaxe na vila.

Poeta D. Ramón Cabanillas


  


Os nosos excursionistas ascenden polo Alto do Confurco e atravesando as formidables rochas de San Cibrán intérnanse no Val de Salceda. " Surgen delante de nosotros los pardos muros de algunas casas señoriales. La primera que hemos de visitar es la del Señor de la Picoña". O poeta chancea sobre o Fidalgo Troncoso e lira en cuxos brasóns e fóra deles ostenta un oso enorme " Un Hombre que tuvo un oso...pudo ser un húngaro". 


    “Llegamos a la Picoña. Un enorme Escudo culmina la fastuoso entrada del Señor de la Picoña. Y en ella, a la derecha, al alcance de la mano pende del muro una roñosa argolla. Es el símbolo de derecho de asilo”.  Xa no pazo descríbennos o seu deterioro e decadencia e fislosofan sobor das liñas sucesorias dos antergos.




“Y Donde se asentaron la soberbia hidalga y el empaque de unos castellanos poderosos, está la sencillez afable y la humildad labriega de unas gentes que no recuerdan quien de sus antepasados fue el poderoso señor de la Picoña. Un Lira o un Troncoso fueron. Liras y Troncosos pasaron por aquella casa y tuvieron allí su poderío. Unos Barros venidos de Portugal, figuran además en la genealogía. También en ella, por uniones posteriores, entra el noble apellido de los Sotomayor.

Pazo da Picoña nos anos 20


Pepe Palacios, en anécdota amplamente difundida por outras publicacions encapríchase co oso: 

El oso es lo que más le cautivó…. Quiere comprárselo al actual dueño de la casa. Y el actual dueño D. Benito que debe suponer que aquello de secundum in fortudine debe ser cosa de lustre familiar, se revuelve desconcertado, porque quiere comportarse cortésmente con Palacios y no venderle el oso

-No me le desprendo de el, ¿ Sabe?
-¿Pero por qué, Hombre?
-Porque no es mío.
¿Y de quién es, entonces?.
-Es un oso heredado por mi mujer ¿Sabe? Y no puedo vendérselo. Es el oso de la familia.

E Palacios insiste en van.


DATO APORTADO POR  MANUEL PREGO ESPAÑOL


En la romería.

Cosa linda , en la paz, la Romeria de San Benito. Porque ello es que desde hace unos años no hubo fiesta en San Benito que no concluyese a palos y el público les ha tomado pánico….. Una murga ameniza el festejo. Es banda más que Murga. Es un ingerto de música portuguesa en instrumental español, como eco de las revistas teatrales….. Nos ofrecen rosquillas,  nos ofrecen vino. Comemos las rosquillas, bebemos el vino. Vuelven a ofrecernos vino y rosquillas. Protestamos. Tenemos que beber otro vaso de vino y comer otras rosquillas…..


Don Luis Garcia, indiano e casado cunha das fillas de Don Benito o propietario do Pazo de la Picoña e que lles guiara ata o pazo de Aballe reaparece na verbena. Don Luis Garcia declárase agrarista e participou en Arxentina na actuación do centro salicetense. O indiano agrarista e tamén nostálxico, recítalles:


Adios, Salcediña, adiós
Adios campos da ribeira
Adiós, salú, dos meus ollos
Adiós..hasta a vez primeira.

Fuente- Revista Vida Gallega. 1918. Nº 106.

Agradecimiento a Manuel Prego Español por su aportación en relación con la existencia de las imágenes de este viaje extraídas del número 105 19 de abril de 1918 dato este que escapaba a mi conocimiento.




viernes, 21 de febrero de 2014

SALCEDA, HISTORIA DE. PASEO POR PARDERRUBIAS Y SALCEDA EN LOS "FELICES" AÑOS VEINTE.

En el libro sobre Manuel Perez, Poeta de Salceda, publicado en el año 2009 por este autor, y a cuyos contenidos se puede acceder desde el buscador de este mismo blog, ya habíamos hecho alguna referencia a las andanzas de Jaime Sola y Ortiz Novo  por las tierras de Salceda en el artículo titulado “ De la Montaña al llano“ como ilustres invitados del que fuera alcalde de Salceda, el maestro Arturo Gallegos.



MANUEL ORTIZ NOVO


 En este otro artículo que reproducimos íntegro perteneciente a la revista Vida Gallega publicado el 15 de Agosto de 1921 los mismos protagonistas, en lo que constituye el prefacio de aquella experiencia, nos cuentas aspectos interesantes de la época desde una perspectiva, si se quiere, privilegiada dada su posición social, pero en cualquier caso no menos interesante en cuanto a referencias y descripción de la parroquia de Parderrubias y Salceda. En el conoceremos a vecinos de la época como José Pérez Vaqueiro de apodo Fabián o Domingo Alvarez González, O Rabicho, nos relatarán leyendas como la de la Tola (Loca) del Faro de Budiño , pasearemos por los interiores de la casa del Cura de Parderrubias, visitaremos al boticario de Salceda y nos describirán con buen pulso literario los paisajes de las parroquias. Sin duda un interesante semblante de la época.






lunes, 17 de febrero de 2014

RELATO DE UN ILUSTRE HUESPED DEL BALNEARIO DE MONDARIZ EN SU VISITA A SALVATIERRA. 1880

Emilio H. Arrangüiz fue un militar Español que participó en la Guerra de Cuba desde el año 1870 al año 1875. De esta experiencia no saldría indemne, no tanto por las heridas del enemigo como por las enfermedades contraídas en el trópico que propiciaron su vuelta a España. Destinado en 1878 a la Coruña y ya con graduación de General, decide por consejo de sus médicos tomar las aguas del Balneario de Mondariz. Con motivo de esta visita el General Arranguiz nos cuenta en su relato del viaje una breve visita a Salvatierra en la que nos aporta detalles curiosos de la precariedad en las comunicaciones de la época. 

Foto revista la Temporada. Balneario Mondariz. General  Arrangúiz



Entonces, como puede deducirse, no era tan fácil y cómodo el viaje desde La Coruña, y menos desde Madrid u otros puntos, porque si bien podía llegarse hasta Porrino con la lentitud y molestias de los malos coches que en Carril podían tomarse, unas veces por llegar éstos retrasados y no querer salir alguno que hubiera, y otras por haber salido ya con otros pasajeros, se corría el riesgo de tener que dormir en Porriño.
Por fin se emprendía la marcha en cualquiera de los dos coches ómnibus que hacían este servicio, y para hablar de sus condiciones, es preciso decir que eran aún más malos que los citados anteriormente y con ganado desigual: mulas y caballos pequeños del país, enganchados con tirantes de cuerdas y atalajes destrozados, que muchos no correspondían a la magnitud del ganado; en fin, que contemplando aquello, acudía la idea de si podrían arrastrar en alguna regular pendiente aquel armatoste, y si no sería peligroso exponerse al riesgo de un vuelco o retroceso que fuera causa de lanzar al coche a algún barranco. Puesto en marcha el desvencijado vehículo, y afrontada la pendiente que ofrece el camino en el precioso término de Confurco, a cinco kilómetros de Porrino, había que ver el arte con que los dos conductores del coche lo conducían, ya torciendo el tiro, animándole con sus dichos y hasta empujando al carruaje.
Se llegó, con mil zozobras y temores, al alto de Confurco, y nada más justo que aquellos hombres celebraran con buenas libaciones una faena que en Porrino se nos figuró harto difícil.
Emprendida la marcha, llegamos a Puenteareas vencida la tarde, y he aquí otro contratiempo: el coche en que llegué no continuaba basta Mondariz, y como no pude encontrar otro que me llevara a dicho punto, tuve que quedarme en una mala posada a pasar la noche.
Refiero esto con tanta minuciosidad porque deseo hacer resaltar los medios y facilidades que hoy existen, comparados con los que había en aquellos tiempos,

En el año 1878 no existía la carretera que desde Puenteareas va a Salvatierra, y los ocho kilómetros y medio que desde Puenteareas se recorren hasta Troncoso se hacían por un camino vecinal que no tendría próximamente más de seis metros de ancho, por cuya razón era natural que no quisieran los coches aventurarse a pasar de noche. Los que de Castilla, León y Sur de España venían desde Salvatierra tenían que seguir en el ferrocarril hasta Porrino, y desde allí emprendían del mismo modo la peregrinación que he contado. Desde Salvatierra a Puenteareas entonces sólo había un camino que únicamente podía transitarse a caballo o en carro del país, como así lo recorrí el año 1880 desde Mondariz, para embarcar, como lo hice, en un barco de pesca en Salvatierra y tener el gusto de recorrer el precioso trozo del Miño hasta Tuy”.

Fuente- La temporada de Mondariz 20 de Abril de 1921


lunes, 10 de febrero de 2014

CUESTIONES DE HONOR ENTRE EL CONDE DE LEMOS Y PEDRO I EL CRUEL EN SALVATIERRA DE MIÑO.


LA SEDICION DE FERNAN RUIZ DE CASTRO CONDE DE LEMOS ANTE EL REY PEDRO I EL CRUEL EN SALVATIERRA DE MIÑO.



Pedro I , de mal nombre el cruel,  no fue en modo alguno el esposo modélico. Amigo de infidelidades y de carácter voluble, sus matrimonios duraban poco más que el fuego de una candelaria. Su primer enlace se celebra el 3 de Junio del año 1353 con Blanca de Borbón, hermana gemela de la reina de Francia. Por entonces el rey ya tiene un hijo de su relación extramatrimonial con su amante María de Padilla. Pedro I abandona a Blanca a los dos días de celebrarse los esponsales para reunirse con su amante y ordena que encierren a su esposa en Sigüenza. Esto supondría un fuerte conflicto con la corona francesa y más cuando al año siguiente el rey vuelve a la carga y decide casarse con Doña Juana de Castro, una gallega que heredara la hermosura de su hermana Inés de Castro: “E era esta Doña Juana mujer bien fermosa e el rey decía que quería casar con ella.”  Pero Doña Juana se mostraba reticente al nuevo matrimonio pues consideraba válido el anterior con doña Blanca de Borbón.
No obstante Pedro I negó la legitimidad de dicho enlace y mandó llamar a los obispos de Ávila y Salamanca quienes atestiguaron que el casamiento consumado del rey era nulo y se podía casar con quien quisiere. A pesar de que vivían tanto su esposa Blanca, como su amante María, los casó el obispo de Salamanca en Cuéllar y Juana de Castro tomó el título de reina. Poco le habría de durar el nuevo matrimonio a Doña Juana de castro. Sería esposa por una noche pues al día siguiente de la celebración el rey partió de Cuellar y nunca más volvería a verla.

Este deshonor infringido a la dama por parte del monarca Pedro I causó en el hermano de doña Juana, el noble gallego Fernando Ruiz de Castro, Conde de Lemos, una  enorme ofensa a la que se unía el hecho de un intento por parte del rey de acabar con su vida durante un torneo celebrado en Valladolid y reuniendo su ejército decidió unirse a los Trastamara, oponentes de Monarca Pedro I. El lugar elegido por el Conde para lo que se llamo la desnaturalización del rey fue Salvatierra de Miño.Este hecho aparece reflejado por el cronista López de Ayala:


"Y Don Fernando de castro les respondió que le placía, e envioles facer ciertos dello; é partió luego de Monforte de Lemos en el mes de Julio de la dicha Era, é fuese para un logar de Portogal que dicen Monzón que es ribera é Miño cerca de Salvatierra, logar de Castilla, é puso ay su real cerca del dicho logar nueve días; é cada día después de Misa pasaba por el vado é iba á Salvatierra é allí delante un Notario público decía que se despedía é desnaturaba del Rey don Pedro de Castilla é de León porque sin gé lo merecer le quisiera matar en un torneo que se ficiera en Valladolid quando se casara; é otrosí por quanto deshonrara á doña Juana de Castro, su hermana, diciendo que casaba con ella é le ficiera tomar título de Rcyna é después la dejara é la escarneciera é cada dia de los nueve tomaba un testimonio.
E pasados los nueve días partió Don Fernando de Monzón e dende fuese para Orens, e dende para Valderás (Valdeorras), e allí mándó llamar a todos sus vasallos. E desque todos fueron juntos con él, partió dende, e fuese para Cacabelos: e de allí partió con setecientos e treinta de caballo, e mil e doscientos omes de pie, e fue para Ponferrada, que era de su hermana Doña Juana de Castro, la que llamaban Reyna de Castilla….”




Fuentes:
-Crónica de los Reyes de Castilla. Pedro López de AyalaBiblioteca de autores españoles Tomo LXVI año V 1354 cap XVII.
-Relaciones Anglo-castellanas en el siglo XIV y u.na tradición palentina la luz de la Historia.María Soledad Pérez Rodríguez.




domingo, 2 de febrero de 2014

FOLKLORE DEL RIO MIÑO-SALVATIERRA HISTORIA DE.

Desde Aquel año 138 a. J.C. en el que Décimo Junio Bruto Procónsul de Roma, llegó a las riberas del Miño para emprender la conquista de Galicia, las aguas de nuestro mayor cauce han visto pasar la historia de los hombres. Una historia forjada de luchas y pactos, de dichas y desgracias, todas ellas recogidas por la historia o perdidas por ella, todas reflejadas en la sabiduría popular que a través de tradiciones orales y escritas, en algunos casos perduraron. Así, se conservan manifestaciones del folclore del Baixo Miño, un acervo que trataremos de repasar de una manera un tanto superficial en este post, en especial en lo concerniente a sus cantigas populares.


AUTOR- J.M. XESPI  https://www.facebook.com/xmxespi?ref=ts&fref=ts


Algunas como la que recitamos a continuación otorgaban al rio su condición de Elemento purificador:

O Rio cando vai cheio
Leva carballos e folhas
Tamen podía levar
as lenguas murmuradoras.

 Recogida de la tradición oral de Salvatierra de Miño.

Otras, más bullangueras jugaban con la dualidad de sus estrofas haciendo guiños a la picaresca como esta copla fronteriza que cantaban las mozas:

Viña da ribeira
da beira do Miño
ai, que rico nome
ten o paxariño

La perdida tradición del Lino, muy extendida por la Zona de influencia miñota, --En parroquias como Creciente en el Condado u otras como Ribadelouro en la zona de Tuy, existió una importante actividad con telares-- también dejó su impronta en cantigas populares:

Ahí ven o tempo de mazal-o liño
Ahí ven o tempo do liño mazar
Ahí ven o tempo rapazas do Miño
Ahí ven o tempo de de se espegrizar.
  
Eliseo Alonso- Baixo Miño e Costa Sur

El rio es frontera, despensa y nutriente, el rio es la cosecha y la lamprea, el pilar sobre el que gira la vida  y el refranero lo toma como referencia hasta para cuestiones de climatología y así reza el refrán :

 Treboada no Miño, pan e viño.

El alalaa, de origen árabe también está presente en los sonidos del rio, como este titulado alalaa de Salvaterra:




A rula que viudoue

Xurou de non ser casada

Nin pousar en rama verde

Nin beber en da yaugua crara.


Fuente-La Alhambra-Revista quincenal de artes y letras. nº 58. 31 de Mayo de 1900. Articulo del Museo Pontevedra.


Nuestros vecinos portugueses comparten ese vínculo histórico y vital con el Rio. Ellos tienen su particular Expressão. Reproducimos una grabación sonora del año 1949 recuperada de uno de esos discos de pizarra utilizados en las viejas gramolas titulado alegre vais Ribeirinho, cantiga popular del alto minho.









Y así como canta en sus versos el poeta de Maside , Victor Campio:


O meu río cruza o val

coma quen navega un ceo,

buscando as terras guardesas

para morrer mar adentro.



Muere el Miño en los confines de la costa abrupta dejándonos la nostalgia de sus aguas que han sido y manteniendo su impulso al oeste con los nuevos caudales que riegan su campiña.



Fuente:

Baixo Miño y Costa Sur

Tradición oral

http://www.galeon.com/sloren/gmino.htm