lunes, 10 de agosto de 2009

Los cuerdos en la diáspora




"Naufragada del exilio" Cecilia Zamudio


Los cuerdos en la diáspora,
circo en tanto, baturrillos y zarandajas
gañotes y correveidiles.

En este Belén viviente,
Cristo es el alter ego de un político
y el asno, su ascendiente en la cúpula del partido.

Reajes del fisco, chabacanada y patanería.
Linotipistas escatológicos vierten mierda
por la exclusa de las imprentas.

Tubos catódicos reactivan esquizofrenias,
empujando al crimen por emulación
y los locos son audiencias
auditorios y auditores.

El buen tino se ha ido,
alguién pregunta si "tino" es un freaky,
ningún gepeese (gps) se instala en la razón,
perdida está,
en la batuta de un abominable sátrapa del mundo.

Un gurú financiero sacude su caspa en Wall Street
mientras en Kinshasa fenecen avalanchas de niños óseos.

Meso mi pelo con mis manos finas,
porque ningún trabajo arrugó sus pliegues,
agrietó su palma o encalleció su relieve.
Meso mi pelo nevado en las vicisitudes
en un gesto cansino de perdedor virtual
que no ha jugado al poker de tahúr
de los derechos ejercitados.

Tanteo en la ceguera de la caverna,
el contorno exacto de una sóla verdad,
pero Platón ha muerto
a manos de estos grecofóbicos iconoclastas.

Enmudezco.
Cruje el mundo en su vértebra de los bosques.

Sonrío patibulario,
opacos córvidos sobrevuelan los museos,
como una funesta ornitología de nuestros templos,
que repisan en sus pilares
presagiando el sepelio de sus adeptos,
el quebrado fuste de sus columnas de intelecto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

jesuspresa@hotmail.es