lunes, 27 de julio de 2009

Juvenal o la cirujía y la vigorexia






Hemos reinterpretado la cita de Juvenal "Mens sana in corpore sano". La obsesión enfermiza por estar guapos, nos ha hecho caer en una "estetirexia" o como hostia se diga, hasta un punto en el que somos una proyección de nuestro alter ego más narcisista, la ensoñación de nuestro proyecto estético. Todo, para alcanzar ese ilusorio objetivo de qué los demás nos vean como nosotros desearíamos que nos vieran. Entretanto, nos olvidamos de que, como decía Saint Exúpery en "El Principito": LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LA VISTA. Para entonces ya somos unos apuestos Frankensteins provistos de unas tetas para nutrir quintillizos, o unos brazos de leñador canadiense con más hormonas que bíceps. Es aquí cuando hemos dejado de querer a aquel/la que éramos y que nunca somos.



El poema que publico a continuación es un homenaje a la personalidad y a su belleza.






Embrión de poema






Padecía Elenfatiasis y amaba las orquídeas.



Abominado por su esperpéntica tara

buscó lenitivo en arpegios de laúd,

en voces blancas y arias en la noche.


No le importó su monstruo

a su alma de cápsula

porque era embrión de poema.



Amaba las orquídeas.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

jesuspresa@hotmail.es