Corría el año de 1680 y esta década no habría de ser buena en Salvatierra por razones climatológicas ; los que vivieron la época hablan de “tiempos calamitosos” y las rogativas religiosas para “ endereçar el tiempo” se suceden desde el año 1679 hasta casi el año 1700. En Salvatierra, la economía debilitada por las guerras de Restauración con Portugal, salía adelante con cultivos de maíz y otros cereales y viñedo, aunque mucha hidalguía intermediaria y una numerosa pléyade de inquisidores se beneficiaba de estas, ya por si, endebles explotaciones agrícolas ( Hidalgos:Don Diego y Don Jose Montenegro en Cristiñade, Don Diego Pereira en Alxén, Comisarios de Santa Inquisición Don Jose de Puga Abad de Alxen, Don Pedro Groba Carrera, cura de Taboexa, Juan Teixeira de Puga, escribano de Salvatierra y Corzanes) . Los derechos señoriales de este colectivo consistían en una cantidad en concepto de vasallaje y la luctuosa en especie, y todavía algunos días de servicio permutados por dinero, tributos sobre las ferias, portazgo por los puentes de Areas y Fillaboa y la mitad de las ganancias de la barca de Salvatierra. Ya unos años antes de la rebelión en 1684, El procurador de Salvatierra junto al licenciado Don Francisco de Barros Troncoso, vecino de Alxén, presentan en nombre de todos los vasallos una denuncia, ya que la casa condal pretende aumentar la contribución de 1000 dcs anuales a 7000 dcs
“ por fuerza y violentamente, como criados de
los Condes, que viven en sus casas y a sus estipendios, violentamente obligan a
los pobres vasalos, que no venden un pollo ni un guebo, a que les pague los
siete mil dcs. En cada año, haciendo para ello compartos y repartimientos,
prendiéndoles y vendiéndoles sus vienes asta que obstigados de tanta opresión
an desamparado sus casas y habitaciones, despoblándose lugares enteros, que son
confinates al reino de Portugal, que en el tiempo de guerra han servido muy
aventajadamente a su Mgd, sirviendo igualmente con la infantería los labradores
y venciendo muchas batallas, cuia despoblación por lo que puede resultar,
rodunda en deservicio de su Magd. Y del Reyno”
Otra queja importante
se refiere a que Diego Sarmiento, Conde de Salvatierra, que a través de
su Mayordomo mayor Don Pedro Barros de Araujo y con la pasividad de las
justicias ordinarias, actúa con “ violencia
y tiranía”, derribando puertas y extorsionando a los labriegos. Además la
luctuosa (pago por fallecimiento del vasallo) que se acostumbraba a pagar pasados tres años de la muerte con la mejor
pieza de la casa, era apremiada para ser entregada de inmediato.
En este estado de cosas, se mueve ficha entablándose
contencioso en los juzgados de la época y la parroquias de Salvatierra otorgan
poder para pleitear entre otros al Dr D Fernando Tavares e Tavora, abad de
Fornelos, Al ldo. Don Benito Sobredo y Romero, párroco de Leirado y al Capitán Don Bartolomé Troncoso de Lira, Señor de la Casa
de Lira. La poca equidad en la Justicia impartida desencadena el Motín. Se cree que
pudieron participar 1000 personas y en algunos asaltos se juntaron alrededor de
200 vecinos , armados, disfrazados y al grito de ¡ Viva el rey, muera el mal Gobierno!. Los que más sufrirán las consecuencias serán
los servidores de la casa de Salvatierra, Don Rodrigo Troncoso de Ulla, Merino
de Salvatierra, también Francisco de
Castro, regidor de la Villa a quien derribaron parte de su vivienda,
sacrificaron sus ovejas y se llevaron su menaje de cocina. Le seguirá la morada
que Antonio Mariño Falcón, juez de Sobroso, poseía en la parroquia de Alxén
cuyos destrozos se elevaron a 2000 dcs.
Pedro Mariño un escribano, describía así el asalto a su
casa:
"... estando durmiendo en mi casa y cama, al primer sueño me despertó un gran tumulto y Roydo de grandes golpes y allaridos de gentes al Son de una Trompeta y Bocina, rompiendo las Puertas con grandes Porrazos con que despaburido y cassi sin aliento por ser admas de satenta años, me libré como pude. En camissa y descalço, descolgándome por una bentana y me he maltratado con la cayda= entró todo este "tomulto" de gente Que a lo Que e entendido eran número de más de ducientos hombres armados. Rompieron puertas, bentanas, Apartamientos, Arcas, Bufetes, Sillas y se fueron al archibo de los papeles que consta de Quarenta y seis años Que soi escribano, sacaron los nuevos, arrojaron por las puertas y Benatanas a la ynclemencia de la lluvia y barro= y con los que quedaron ycieron en la sala gran magosto de castañas= Quanta ropa, prendas de plata y dinero, alajas de cassa, tocinos y quanto abia en cassa, todo lo llebaron, abiendo en las tablas tan menudas pieças que no sirben sino para la Lumbre, Quitando todas las cerraduras y aun derramando la texa de los texados, Rompiendo anbos Braços de un santo cristo, dejándolo con la cabeça abajo y profanando pegando a rodar otras Ymágenes Que avia en el Quarto a donde yo dormía= y en fin Ycieron Cossas Que ni moros ni turcos ni ereges podían más Acer"
El Motín finalizaría con cierto descrédito de una parte de la clerecía de Salvatierra ante la Corte pero también con el presidio para muchos de los amotinados que perderían sus bienes a manos de Fidalgos aprovechados y algunos curas y presbíteros como Alonso de Ucha de Gulans.
Fuentes
-El Motín de los Matutos 1687 ( Acercamiento a una revuelta antiseñorial en las Tierras del Condado- Por Juan Miguel González Fernández. Revista de estudios Soberasum
-Personajes Gallegos 1600-1836. Relaciones de méritos y servicios en el archivo histórico
nacional. Alfonso Vázquez Martinez.
-Boletín de la Real
Academia Gallega “ Los Colegiales de Fonseca” Apéndice a linajes galicianos.
Via! enriba de ter que liberar o feudo dos fidalgos do dominio portugués anos atrás inda lles querían subir os impostos, que desagradecidos...Chámame a atención o que di Pedro Martiño, de que lle entraron os amotinados tocando trompeta e bocina, debeu ser influencia de estaren na guerra e llo copiaron aos exércitos, e iso último que di de que lle destrozaron os santos e puxeron bocaabaixo a un cristo..soa a mentira pra que se metera a Inquisición polo medio e non só os xuíces ordinarios.
ResponderEliminarExclentísimo blog que ten vostede,un saúdo!
Agradezo o teu comentario e aínda que adoitas ser protocolario tratándome de vostede noutra ocasión que me visites, faino de Tí que o respecto é algo máis sutil que un tratamento formal. É certo que xa en pasaxes bíblicas ou nas guerras de restauración se facian soar as trompetas e bucinas antes de entrar en loita. É posible que efectivamente a testemuña do escriban Pedro Marino estuvese inflado para darlle máis énfase á súa peripecia xa que nesa época e aínda cabreado, o populacho era moi temeroso de Deus e bastante supersticioso. Saudos e parabens polo teu bloge no que fás un traballo moi interesante. Xesús
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