Corria el año de 1610. Doña Maria de Moreira, hija de Don Gonzalo de Moreira y Maria Teixeira, Señores del pazo de Moimenta, bordaba una almilla sentada en uno de los parladoiros de su segunda vivienda en Pena da Borreira en San Miguel de Cabreira. El día soleado y caluroso, suavizaba los rigores del estío con una leve brisa que desde los montes de San Fins, visibles en la lejanía, al otro lado del Miño llegaban hasta Cabreira recorriendo el valle del Caselas por la Veiga de Entienza. Doña María rompió el silencio dirigiéndose a su esposo Baltasar de Araujo, Señor de Parderrubias:
-Don Baltasar, hemos de tratar la jurisdicción de Parderrubias con vuestro hermano Melchor, Ya sabeis que las heredades mal atadas acaban en cuitas.
-Habláis bien María y por ello he ofrecido a mi hermano el lugar del Cambel. Estaba de buena ventura pues en la ultima cacería abatió dos puercos y habíale de placer el acuerdo. Con la ayuda de Dios no habrá discordia.
En las inmediaciones de la casa, mirando al norte hacia las tierras de Alxén, espesos bosques de robles producían un suave murmullo entre las copas acariciados por el viento, que ahora llegaba hasta los viejos sarmientos que ocupaban una buena parte de la quinta que extensa y orgullosa, señoreaba los paisajes de Cabreira.
-Don Baltasar, hemos de tratar la jurisdicción de Parderrubias con vuestro hermano Melchor, Ya sabeis que las heredades mal atadas acaban en cuitas.
-Habláis bien María y por ello he ofrecido a mi hermano el lugar del Cambel. Estaba de buena ventura pues en la ultima cacería abatió dos puercos y habíale de placer el acuerdo. Con la ayuda de Dios no habrá discordia.
En las inmediaciones de la casa, mirando al norte hacia las tierras de Alxén, espesos bosques de robles producían un suave murmullo entre las copas acariciados por el viento, que ahora llegaba hasta los viejos sarmientos que ocupaban una buena parte de la quinta que extensa y orgullosa, señoreaba los paisajes de Cabreira.
As Barreiras-Cabreira.Foto cortesía y propiedad de J,M. Xespi https://www.facebook.com/xmxespi |
En origen la casa del linaje de
los Araujo se hallaba emplazada en Monçao, en las orillas del Miño, frente a
Salvatierra y extendería sus dominios por toda Galicia.
Los Araujo poseían una segunda
residencia (además de la que se emplazaba en Piedra de Agua, Parderrubias,) en la quinta llamada de “Pena Barreira, en San Miguel de Cabreira, en donde
estaban situadas las bodegas de las pipas de vino blanco y tinto que vemos en
sus ventas de principios de siglo XVII, producto de los frondosos viñedos
circundantes que todavía hoy se conservan formando un idílico paisaje. De la
antigua casa quedan restos visibles en algunos medios derruidos muros con sus
ventanas y asientos, comúnmente llamados “paroleiros” en el lenguaje popular. (rfª
antigua)
D. Baltasar de Araujo I gozaba de
buena estima entre sus allegados. Así lo demuestra la donación realizada el 22
de febrero de 1607 por Juan Bernáldez y su mujer María Roupeira, vecinos de
Santa María de Reboreda- Redondela los cuales literalmente indican:
“
Que al no tener hijo ni otro heredero lexítimo que herede sus bienes ni lo esperan
tener para lo cual y por el mucho amor y amistad que siempre tuvieron y tiene a
Baltasar de Araujo, Sr de Pedra de Rubias; le hacen donación de los
numerosos contratos de venta de pipas de vino blanco, tinto y rosete de sus
viñas y bodegas situadas en su finca en el lugar de Pena
Barreira, sita en la parroquia de San Miguel de Cabreira. Así como los
préstamos, censos, compras de terrenos y bueyes que encontramos en estos
protocolos de principios del siglo XVII.
Otro de los integrantes de la
saga familiar, Don Melchor de Araujo, hermano del mencionado Baltasar de Araujo
casado con Doña Constanza Vázquez de Castro habría de tener descendencia en la
persona del Capitán Don Álvaro de Araujo, vecino de Pesqueiras, casado con Doña
Leonor de Avalle. Este matrimonio habría de renunciar al derecho de jurisdicción
en Parderrubias por un convenio con su tío Don Baltasar de Araujo que se sellaría en pena Borreira, en San Miguel de
Cabreira por el cual le cede el lugar de Cambel, con sus casas y demás
propiedades en Santa María de Tabora, en la villa de Arcos, Portugal, valoradas
en 500 ducados, más otros 300 ducados que luego añade, asciende la suma a 800
ducados. Este tratado está contenido en el protocolo de Pedro da Porta, con
fecha 5 de febrero de 1609 en el archivo de la catedral de Tuy.
Fuente-
- Los Araujo de Piedradeagua, Señores de Parderrubias. Ernesto Iglesias Almeida.
- La Casa de Castro en Parderrubias. Ernesto Iglesias Almeida.