Apenas un símbolo tallado en piedra. Un testimonio de otro
tiempo al abrigo de la umbría cúpula de robles. Lo que queda de lo que fue
otrora una cruz latina con una inscripción nas leiriñas, en el barrio de la
Devesa: “Campo de la misión- Junio de
1901”. ¿Qué hay detrás de este monumento conmemorativo?.
Fotografia propiedad y cortesia de J.M.Xespi |
Tal vez para arrojar alguna luz sobre esta cuestión deberíamos
empezar por explicar ¿Qué eran las misiones?:
Las misiones eran actos religiosos itinerantes que
consistían en la actuación de un grupo de predicadores durante un periodo que
iba desde los seis a los nueve días, dedicados a mantener y elevar la fe de los
fieles católicos mediante sermones y actos de devoción colectivos como la
afluencia masiva a la confesión.
Este apostolado era impartido, unas veces por los propios
párrocos, y las más de las veces por órdenes religiosas de los jesuitas y de
los franciscanos que tuvieron un importante protagonismo en la celebración de
la mayor parte de estos actos de fe.
Por poner un ejemplo del ideal que las impulsaba las
constituciones del Convento Franciscano de Herbón establecían como fin prioritario “La conversión de los pecadores” y para
ello existía un programa anual de actuaciones que se basaba en las “continuas misiones que se hacen por
todos los obispados de este reino” saliendo del convento cada año varias
parejas de frailes.
El periódico católico-monárquico El
siglo futuro, con fecha 26 de Febrero de 1891 nos pone al tanto de la
siguiente misión en la parroquia de Pesqueiras, Salvatierra de Miño:
“Los reverendos padres Franciscanos del Colegio de Santiago Fray
Mariano Ibáñez y Fray Feliciano Calvo están dando una misión en la parroquia de
Santa Marina de Pesqueiras (Pontevedra). Se espera que sean abundantísimos los
frutos espirituales dado el celo apostólico y la abnegación que distingue a los
beneméritos hijos de San Francisco.”.
Galicia fue la tierra donde las misiones se desarrollaron
con más plenitud. En 1871 el prelado provincial, al visitar a los cuatro
jesuitas de Santiago de Compostela, decía que Galicia “Es
casi el único lugar de España en el que se pueden dar misiones de verdad sin
contradicciones y sin descanso”
Según cuenta el Jesuita padre Arcaya en su “Diario
de las misiones en Galicia por los padres Cabrera y Arcaya III 1895 1901”, en el año 1870 les pedían misiones en todas
partes .En 1871 narra que llegó el padre March, el gran veterano y narra las
misiones en Salceda, cerca de Tuy.
Iglesia Santa Maria de Salceda con la cruz de misiones sobre el rosetón |
En épocas posteriores,
pasado el periodo de la guerra civil, habrían de celebrarse en Salceda nuevas
misiones. Una de las últimas celebradas tiene su cruz conmemorativa sobre la
fachada de la Iglesia parroquial con fecha del mes de Noviembre del año 1964
promovida por la orden los Jesuitas. Testimonios recogidos sobre esta
celebración nos hablan de una pareja de oficiantes con el hábito de la orden y
capucha, y a pesar de estar avanzado el otoño con sandalias en los pies. Uno de
ellos el más joven con abundante barba y con un discurso más desenfadado en
tanto que su compañero en los oficios, arengaba a la parroquia con un discurso
lleno de matices apocalípticos causando gran impresión entre los presentes. Se
organizaban comitivas procesionales desde la iglesia de Santa María a los diferentes
domicilios donde se hallase la imagen de la Virgen de Fátima. Los sermones se
organizaron atendiendo a un criterio de sexo y edad, así un día se predicaba a las
muchachas jóvenes, otro a los hombres de la misma edad o bien a personas de
edades más avanzadas.
Los métodos utilizados
en la predicación se basaban en estilos diferentes en virtud de la orden
religiosa. Los Jesuitas y capuchinos diferían en sus arengas de los métodos más
sencillos utilizados en el lenguaje por los franciscanos.
En Cabreira sabemos que fue al igual que en Salceda la Compañía
de Jesús, es decir los Jesuitas, quienes ejercieron esta labor misionera. Una
cruz sobre la parte sur de la Capilla del Carmen, anexa a la Iglesia parroquial
nos lo recuerda. “ Santa Misión dada por
los P.P. Santos y Vicente S.J. siendo C.P. Dn A.M.G. junio del año 1901”. El
párroco por aquel entonces era, como reza la inscripción, D Ángel María G. Lorenzo
que moriría en Tuy cuatro años después de
este evento en Agosto de 1905. En el segmento horizontal de la Cruz aparece una
inscripción que reza “Acuérdate de tus
novísimos y nunca pecarás” (vocablo extraído del libro del Eccli, 7, 40. Los
novísimos del hombre: a saber la muerte y el juicio particular, Los novísimos
del mundo la resurrección de los muertos,
el juicio final )
CRUZ EN LA PARED SUR DE LA IGLESIA DE SAN MIGUEL DE CABREIRA |
Suponemos que la elección del Campo de la
misión se debió a la ubicación de la parroquia como lugar bisagra con lindes
desde los ayuntamientos de Salceda y Salvatierra en primer término hasta las
parroquias de Arantey, Entienza y Alján. En el apéndice “Geografia de las misiones populares” se explica: “En zonas rurales de población diseminada o de tierras de montaña se organizaba
la típica misión central. Una parroquia escogida como centro servía como lugar
de cita a las que acudían los fieles de las parroquias vecinas…”.
Sobre los Padres Jesuitas convocantes de la Misión en
Cabreira sabemos que P.P. Ignacio
Santos nació en el año 1833 en la Fregeneda, Salamanca y se ordenó sacerdote en
la Compañía de Jesús en el año 1858. Anduvo 21 años por tierras de Cuba y Puerto
Rico desde 1862 a 1883 y posteriormente
sería destinado como superior en la residencia de la Coruña. Tras algún tiempo
como operario en Santander se dedicaría a partir del año 1893 a las misiones
populares. Se le atribuye un tono de su discurso reflexivo y mesurado. Acompañó
al padre Rafael Vicente en muchas
misiones hasta el año de su muerte en Valladolid en 1908. Dejó obra escrita: “ Memoria de las Santas misiones de los
PP Ignacio Santos y Rafael Vicente” y
otras. Esta obra junto con otras de su autoría se hallan en el archivo de San Ignacio de Loyola.
Según la tradición oral en la misión de Cabreira se marchó
en procesión desde la Capilla de San
Roque o la iglesia Parroquial de San Miguel hasta el campo de la misión (este
extremo no está contrastado documentalmente) y en efecto a tenor de lo descrito en el libro la Compañía de Jesús en la España
contemporánea de Manuel revuelta González bien pudiera haber sido así:
“En el comienzo de los sermones en Galicia el
párroco salía de la iglesia con el crucifijo de la misión enarbolado en medio
de sus feligreses, entraba en el campo de la misión llevando en procesión las
imágenes de Jesús Nazareno y de Nuestra Señora y cantando la letrilla “A Misión
os llama”, a la que respondían las parroquias forasteras con el canto “Cristianos
venid, Cristianos llegad”. El párroco entregaba el crucifijo al misionero, que
lo recibía, lo besaba y lo colocaba en el testero del púlpito.”
Derivado también de la tradición oral nos llega que la
Misión de Cabreira fue convocada a instancias de algún vecino pudiente de la
parroquia. La documentación hallada al respecto también corrobora esta
posibilidad y en esa línea hallamos la siguiente información:
“En Galicia era frecuente la organización de misiones gracias a la
limosna de personas ricas del lugar….”
FOTO PROPIEDAD DE JM XESPI |
LA ELECCION DEL CAMPO O “CHOUZO” DE LA MISION:
En el libro Misiones
del PP. Santos y Vicente 1901-1903, uno
de nuestros protagonistas de la misión de la que hablamos nos dice: “El
campo ideal según el padre Santos tenía que ser amplio capaz de contener de
12.000 a 20.000 personas, en declive moderado, para que todos oyeran bien al
predicador, con buenos accesos para los que venían de las parroquias cercanas,
no lejos de la iglesia ni demasiado apartado de la carretera y con cualidades
que lo hicieran cómodo y ameno: no se deben despreciar según los tiempos, ni el
abrigaño ni el césped, ni la sombra de una buena arboleda”. Como vemos en
Cabreira se cumplían varias de estas recomendaciones; El camino (carretera
actual) no estaba lejos del lugar de celebración, como no estaba lejos la
Iglesia parroquial y según los testimonios de los mayores de la parroquia,
estos recuerdan hablar a sus ancianos que en el lugar existió una enorme carballeira (Robledal) que posibilitaba el abrigo de árboles
en la zona. Aun en la actualidad sigue siendo un lugar despoblado con una
generosa presencia de esta especie arbórea.
Las Misiones eran actos ciertamente multitudinarios. No ya solo por el fervor religioso imperante,
sino porque venían a romper la rutina cotidiana de los pueblos. En algunas
descripciones del ambiente creado alrededor de estas congregaciones (Misiones y misterios de los PP Santos y
Vicente 1903- Ourol-Alto Ulla) se
decía:
“Llegaban a juntarse
miles de personas que acudían a pie, en carros o cabalgaduras, con sus curas al
frente llevando sus estandartes, cruces parroquiales o imágenes de su
devoción…. Era impresionante verlos llegar entonando cantos, a la luz de las antorchas durante la noche* o
antes de la aurora…. Cada misión parecía
una de aquellas romerías populares, típicas de Galicia…… El carácter
extraordinario de la misión y su finalidad exclusivamente religiosa atraían a
multitudes de toda edad y condición y a una nube de comerciantes encargados de
surtir a los forasteros de comida, bebida y quincalla religiosa”
*recogido también de
la tradición oral, la misión de Cabreira se celebró en alguna de sus jornada en
ejercicios o sermones nocturnos.
Las Misiones representaban el espíritu de la época en torno
a la idea de pecado o virtud, cielo e infierno.
Han pasado 113 años y
la Iglesia se debate entre resoluciones del Comité para el derecho de los niños
de la ONU en torno a los Cardenales y miembros pederastas y su enjuiciamiento y
un espíritu misionero auténtico, menos dogmático, más elevado,vocacional y
actual, que impulsa a muchos religiosos y seglares a sacrificar su vida por los
que lo necesitan en el tercer mundo, o a tareas de auxilio social. Esa es su
Lucha espiritual.
Nosotros simple y llanamente, aportamos algo de luz sobre lo
ocurrido en aquel mes de junio de comienzos del siglo XX en el Campo de la
Misión.
Después de la publicación de este post recibo una valiosa aportación del Historiador Manuel Prego Español de la existencia de un Cruceiro en el campo de la Misión que fue expoliado o derribado por insensibilidad o irresponsabilidad de algunos. Conocíamos la existencia del mismo pero lo que no sabiamos es que en su base existía una inscripción esculpida con los siguientes caracteres que Manuel Prego, gentilmente nos ha facilitado. La inscripción reza:
"AQUÍ SE CELEBRARON 18 MISAS
COMULGARON 14.000 PERSONAS
ASISTIERON 13 PARROQUIAS"
Desde Parderrubias Jose Vaqueiro Fandiño nos comenta que en la Iglesia Parroquial existe una Cruz de Misiones del año 1932.
Después de la publicación de este post recibo una valiosa aportación del Historiador Manuel Prego Español de la existencia de un Cruceiro en el campo de la Misión que fue expoliado o derribado por insensibilidad o irresponsabilidad de algunos. Conocíamos la existencia del mismo pero lo que no sabiamos es que en su base existía una inscripción esculpida con los siguientes caracteres que Manuel Prego, gentilmente nos ha facilitado. La inscripción reza:
"AQUÍ SE CELEBRARON 18 MISAS
COMULGARON 14.000 PERSONAS
ASISTIERON 13 PARROQUIAS"
Desde Parderrubias Jose Vaqueiro Fandiño nos comenta que en la Iglesia Parroquial existe una Cruz de Misiones del año 1932.
Fuentes-
La Compañía
de Jesús en la España Contemporánea- Manuel revuelta Gonzalez
Misiones y misterios de los PP Santos
y Vicente 1901-1903-
Periodico- El Siglo Futuro
Espacios Rurais e sociedades
campesiñas- Ofelia Rey Castelao-Universidade de Santiago
Tradición oral de Cabreira y Salceda de Caselas
Agradecimientos: A Marga Nuñéz por su
estrecha colaboración y a JM Xespi por sus fotografías.
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