"Malembo,Dios de la encrucijada" Wifredo Lam"
Despertaré fortalecido en mis sueños
al ser lo consciente, similar y perfecto.Abriré de par en par mi ventana
a los paisajes sin agresión,
lienzos de una oleografía inédita,
el paspartú de un druida-
no más químicas que nigromancias
y Merlines.
Refrescaré mi somnolencia en un río,
en su himeneo de aguas prístinas.
Despertaré hermanado con una tribu lejana,
me llenaré del bosque,
de su linde derogado
y seré gozoso en mis sentidos
por ser pura la delectación en que se sumen.
Alcanzaré los frutos de las ramas oferentes
y morderé sus pulpas,
sin percibir freón
ni posos exógenos en mi papila
y será sabrosa mi prestancia.
Hundiré mi huella en un arenal primario
sin delatar inmundicias de plástico
y la playa inviolada
ungirá mis pies con la sal y la espuma.
Emanarán al cielo que les ampara
vapores de manantial termal,
sólo el vaho de nuestro cansancio agradecido
y el resoplar de las bestias en su medio,
la esencia de una primavera ebria,
el calor de la tierra en su catarsis exudante
de lluvias que regaron su faz,
el perfume de las florestas:
una ofrenda de lo más raro y terrenal
atendiendo a tu invitación me atrevo a invadir tu territorio creativo preñado de sensibilidad:
ResponderEliminarSaladina cruzó una mirada con Marc y quedó claro que entre ellos surgiera algo, que terquearle al destino no tiene sentido, Saly susurró algo al oído de Marga y esta ocultó la risa que le produjo con la mano, Marc cambió de mano la copa que se estaba tomando, trataba de mantener el tipo ante la acometida de la hembra, quería recuperar el resuello, recobrar el aplomo, era consciente que perdiera la posición, que la moza lideraba el coqueteo, en ese territorio no se encontraba cómodo, no le gustaba ir a remolque, sus colegas, con gestos, lo incitaban a actuar, dio un trago a la bebida, estaba caliente, le repugnó y parió una arcada poco gloriosa, un pavo que bailaba junto a él abrazado a una rubita le pisó, crucé de miradas desafiantes, si hay un asunto que resolver lo mejor es solventarlo a la mayor brevedad, las miradas se engancharan y no se querían soltar, los colegas los rodearon, no era momento para las relaciones sentimentales, las trompetas tocaban a rebato, olía a testosterona, Saly perdió de vista a Marc, que quedó encerrado en un círculo, parecía que todo sería perfecto y se truncaban las expectativas, acaso fuera un episodio pasajero y la cordura recobraría su lugar preponderante.
El círculo se disolvió con precipitación, cada cual tomó la ruta que su juicio le dio a entender, a estos se sumaron otros y la función se volvió caótica, estampida de bisontes, la música cesó, la seguridad corría al foco del incendio, en el suelo Marc, de su garganta fluía la sangre, junto a él dos mujeres, sosteniendo la mirada en el caído, una Saly, la otra la rubia que acompañaba al antagonista, una tercera, Marga, apoyaba una mano en la cintura de Saly, la carne llama a la carne, pero declinaba el ofrecimiento morboso de la contemplación de tanta sangre huyendo del cuerpo del caído. Manuel
Para Manuel:
ResponderEliminarMe honra ver adornado mi pequeño espacio de bitácora, con una muestra de tu personal estilo. Desde nuestra experiencia en el aula que tácitamente decidimos no fuera algo circunstancial, hasta la noble amistad que nos une, han pasado no pocos años. Dejo aquí constancia del escritor en la sombra, del novelista en ciernes, a sabiendas de que lo único que falta en tu producción es tal vez un depósito legal, un I.S.B.N. numerario, eso que se podría llamar el visto bueno que homologa la vanidad, pero que no cambia un ápice de la valía personal que sin duda atesoras. Doy fe de ello.
Jesús