jueves, 28 de julio de 2011

SALVATERRA DE MIÑO,HISTORIAS DE- O abó de chapeu.




Do meu avó Santiago só conservo algún recordo máis aló das fotos da època, nas que aparece con aspecto enxoito e coa faciana en aparencia grave, embutido na formalidad dos traxes que lle esixía o seu traballo como secretario dun concello. Quédome co testemuño do meu pai que lle sinala como un home caritativo e xusto. Este documento gráfico de Salvatierra permítenos ver un autobus da época da Empresa Garcia.O carón do condutor un home de chapeu mira a cámara a traveso dos cristais do parabrisas. Ao fondo, pódese apreciar o desaparecido Hotel Miño de Salvatierra.


Foto- cortesía de Nahir Presa,Combatiente de género y azote de misóginos. Tia entrañable y amiga.

lunes, 14 de febrero de 2011

HISTORIAS DE SALCEDA DE CASELAS. EL RODAJE DE "LA CASA DE LA LLUVIA"




En el año 1943, la parroquia de la Picoña en Salceda de Caselas, vería alterado el desenvolvimiento cotidiano del lugar, por la irrupción entre los muros del Pazo de Picoña de un equipo de cineastas, al frente de los cuales se hallaba el Orensano Antonio Roman. Este Director de cine iba a rodar en estos escenarios algunas de las secuencias incluidas en la pelicula " La casa de la lluvia".Producida por Hercules Film, SA, y adaptada de la novela del gallego Wenceslao fernandez Florez.La pelicula estaria protagonizada por Luis Hurtado, Blanca de silos y la estrella del cine mudo Carmen Viance, que pondría el epílogo a su carrera cinematográfica con esta interpretación.El equipo de rodaje -que llegó a Galicia a finales de Mayo de 1943- Se encontro, pese a sus espectativas, con una climatología poco acorde con el título de la película, con días estables y soleados


FUENTES:Antonio Román: un cineasta de la posguerra Escrito por Pepe Coira. Editorial complutense
Sitio:http://rodadoengalicia.galiciafc.org/pelicula.php?id=74



Hemeroteca ABC.Premio a la "Casa de la lluvia de Antonio Román.16-Junio-1946

HISTORIAS DE TUY. EL CINEMATÓGRAFO EN TUY




No ano 1897 e da man dos operadores da casa Lumiere, os pioneiros portugueses Azebedo y Cesar Marqués, chega a Tuy un dos inventos mais revolucionarios do século: O cinematógrafo. A inexistencia doutros locais alternativos, obriga ós organizadores a elexir ó Teatro Principal. Unha das películas que se exhibe é a célebre Regador regado, o primeiro “gag” da historia do cinema. As sesións incluían todo tipo de materiais:
chegadas de trens, cortes de Zares ou vistas de Niza; películas de 50 segundos de duración, agrupadas en sesións de dez. Entre cinta e cinta, descanso obrigado na escuridade, mentres o proxeccionista facía o cambio no seu aparello. Algunha destas sesións chega a custar a desorbitada cantidade de oito pesetas, a pesar de que o prezo normal eran cincuenta céntimos. O xornal “Faro de Vigo” adiantaba na súa edición do 9 de maio de 1897 o acontecimento:

“accediendo a las reiteradas instancias del público, y a pesar del compromiso que ya tiene la empresa contraído para exhibir el Cinematógrafo-Lumine (sic) en Tuy, es probable que mañana lunes haya una sesión, última definitiva, en la que se exhiban los cuadros más escogidos de la numerosa colección expuesta estos días, y algunos otros nuevos.”
(Faro de Vigo, 9.5.1897)

Las fechas en las que tienen lugar las proyecciones se marcan en el calendario entre el 13 y el 17 de mayo (La Integridad 15-5-1897) y este periódico lo reflejaría con esta reseña:

“Ayer se exhibió por primera vez en el teatro el cinematógrafo, presentando una hermosa colección de cuadros, que fueron del completo agrado del público, el cual salió muy satisfecho de este espectáculo, no conocido en esta ciudad. (La integridad,
14.5.1897);

Das sesións de Tui traemos un efecto do uso do cinematógrafo, que fala do consumo eléctrico xerado pola lámpada do proxector:

“ Las pequeñas intermitencias e interrupciones que experimentó estos días el alumbrado eléctrico de esta ciudad, fueron debidas al cinematógrafo, que por no disponer de aparatos a propósito para corrientes alternas absorbía una desmesurada cantidad del prodigioso fluido. (La integridad, 17.5.1897).





Fuentes:
-Revista Galega de Ensino. Nº 14 Febreiro 1997
-O cine en Galicia. Xunta.Conselleria de Cultura.
-Tradición y modernidad en la arquitectura del espectáculo.Los teatros-cine en Galicia. Jesús Angel Sanchez García
-O bosque inanimado. Cen anos de cine en Galicia Eduardo Galán

jueves, 10 de febrero de 2011

HISTORIAS DE SALVATERRA. Antonio Sarmiento de Luna, Obispo de Coria y Sigüenza.

Don Antonio de Luna y Sarmiento, obispo primero de Coria y después de Sigüenza, en cuyo episcopologio lo llaman don Antonio Sarmiento de Luna y Enríquez. Aquí lo presentan como el último de los hijos de don Diego Sarmiento de Sotomayor, primer conde de Salvatierra, comendador de Caliruela en la Orden de Alcántara etc., casado con doña Leonor Sarmiento de Luna. Presentan de este matrimonio dos hijas, doña Isabel y doña Luisa que tomaron el apellido Enríquez y tres hijos, don García, don Diego y don Antonio apellidándose los dos primeros Sarmiento de Sotomayor y el tercero Sarmiento de Luna y Enríquez. Este último natural de Salvatierra en el obispado de Tuy. Fue recibido en el Colegio de San Bartolomé de Salamanca el 15 de octubre de 1625 como capellán de manto. Obtuvo una canongía en Toledo y el arciprestazgo de Gómara en la Santa Iglesia de Osma. En 1627, el Rey le dio la dignidad de púlpito de Antequera e hízole después consejero de las órdenes con el hábito de Santiago de donde lo presentó para Coria. A Sigüenza llega para cubrir la vacante de don Bartolomé Santos de Risoba. En el proceso episcopal iniciado ante el nuncio don Francisco Gaetano, arzobispo de Rodas en Madrid, el 9 de junio de 1654, los testigos dicen claramente que son sus padres los condes de Salvatierra don Diego Sarmiento de Sotomayor y doña Leonor de Luna y Enríquez.
Don Francisco de Luna y sarmiento, con toda seguridad herrmano suyo, fue religioso de San Agustían y sería Obispo de Almería.
Su muerte acaecería en el año 1661.

Fuente:http://www.dipalme.org/Servicios/Anexos/anexosiea.nsf/VAnexos/IEA-IAO-o21/$File/IAO-o21.pdf

CATÁLOGO DE COLEGIALES
DEL COLEGIO MAYOR DE SAN BARTOLOMÉ
EN EL SIGLO XVII

Fuente:Ana María Carabias Torres, María Antonia Benito Rodríguez, Manuela Carrasco Mateos, María Azucena Pérez Paniagua.

SARMIENTO DE LUNA ENRÍQUEZ, Antonio
Origen: Salvatierra (Tuy)
Estancia en el colegio: 1625-29
Grado:
Facultad: C. Rector:
Cargo Acadm.:
Fuentes: AUS Matrículas; Rojas, 523
Recibido el 15 de octubre de 1625 como capellán. Era canónigo de Toledo y arcipreste de Gomara (Osma) y en 1627 el rey le dio la dignidad de prepósito de Antequera. Fiscal del Consejo de Guerra (1629); consejero de Órdenes (1631) con el hábito de Santiago. Obispo de Sigüenza (1657) hasta su muerte el 27 de junio de 1661 en Sigüenza.

SALVATIERRA DE MIÑO,HISTORIAS DE,. Un fillo ilustre de Oleiros


"Manuel Puente y Castelao"

Nace en Oleiros,Salvatierra de Miño en 1890. llega a la Argentina en 1906.Próspero comerciante e importador en el rubro de joyería y platería. Afiliado al partido socialista argentino. Fundador de la Sociedade Salvatierra en el año 1821, que solo se integra a la Federación con la reunificación en 1936. En esa oportunidad Puente es elegido tesorero de la junta ejecutiva provisoria. Creador y presidente de la cámara de comercio de la república española en 1938. En estos años se suele ver un anuncio publicitario de su empresa en el Galicia. Miembro del círculo íntimo de Castelao, promueve la separación de los centros provinciales de la federación. Organizador del congreso de la emigración en 1956. Muere en Buenos Aires en 1970.

FUENTES: Galegos na Arxentina" Lois Pérez Leira

http://www.fedespa.org.ar/clubes_detalle.php?clubID=204

http://www.elpais.com/articulo/Galicia/memoria/do/exilio/vive/nun/piso/porteno/elpepiautgal/20110218elpgal_19/Tes

http://enciclopediadaemigraciongalega.com/biografias/puente_manuel.htm

miércoles, 9 de febrero de 2011

HISTORIAS DE TUY. Un día de mercado en Tuy hacia 1870. Nostalgia del poeta Manuel Pérez Pérez.





Don Manuel, sin duda con el febril recuerdo por su tierra de la que se fue siendo un niño de apenas 12 años, recrea en un singular gallego mestizado, la memoría de sus años como escolar en Tuy , donde recibió las enseñanzas de Don Ricardo Padín, maestro de muchas generaciones.






UN DIA DE MERCADO Y FERIA EN TUY
-ensalada trilíngüe-
Era un buen día del año no sé cuántos, unos cinco o seis lustros atrás.
El sol asomaba en cándida faz, sobre los pinares de Salvatierra; el Miño corría blandamente por entre la doble hilera de álamos y sauces de sus floridas márgenes; las torres de Valenza relumbraban imponentes, sobre un fondo de esmeralda, la montaña de San Julián se erguía, a lo lejos, como una muralla interpuesta entre el mar y la tierra; y por la amplia carretera, los sinuosos caminos y los angostos carreiros que cruzan las feraces Veigas do Louro, convertidos en caudalosos ríos de gente, en apresurada marcha, se derramaba sobre la vieja ciudad tudense la bulliciosa población de las aldeas circunvecinas.
vellos de sacho o lombo, homes con bultos as costas, mozos de pantalón remontado, mulleres con cestas na cabeza, raparígas de capotillo novo cruzado o peito, rapaces con embrullos na man, confundían en las plazas, calles y huecos de la ciudad, con apuestos caballeros de capa terciada al hombro, pachorrudos canónigos de amplia sotana y lustrosa teja, estudiantes de puntiagudo bicornio y burlona faz, señoras de grave continente, criadas pizpiretas, pilluelos jugadores de pateiro, en medio de un murmullo sordo de colmena, en indescriptible torbellino de idas y venidas.
Los mercados , las tiendas, las fondas rebosaban de gente que se enfilaba a lo largo de la Corredera, bajaba por la Rua Nova, remontaba la Canicouva, se derramaba por Rio Molinos, Santo Domingo y la Glorieta, para arremolinarse sobre la Plaza de Fernando VII, vendiendo, comprando, comiendo y charlando por entre ferradas de millo, cestos d’ovos, municos de peixe, xaulas de galiñas, acífates de pantrigo, caixas de rosquillas e bulsas de feixons.
Un enjambre de chicos traviesos, desertados de la escuela, apedrea desde lejos el coche desde el que un portugués charlatán exhibe vistas de las cinco partes del mundo, ante un círculo de aldeanas
curiosas que, mediante dous cartos por cabeza, compran el derecho de embelesarse un momento, en contemplarlas.
- Agora väo a ver vocemeces a verdadera cidade de Lisboa- exclamaba nuestro hombre, haciendo sonar un resorte- Essa qu’ está ahí, d’ vista das senhoras, e a praca do Rocío.
-Chuca- Dice una de las aldeanas a otra, sin desclavar los ojos de lo que cautiva su atención- ¿Ves aquel home que vai alí?
-Vexo- contesta la interpelada- ¡E como nos mira o condenado!
-¡ Ay Dios mío! ¡Parecech’ o meu fillo!
- Agora- continua el portugués, cambiando la decoración interna de su desvencijado carricoche- vou ensinar a vocemeces….
Pero, en esto, una piedra arrojada por el grupo de muchachos traviesos, rompe un oculo del ambulante panorama, que salta en añicos, produciendo un desparrame de aldeanos; y el portugués, botando mao ao pau que lleva consigo para estos casos, se lanza en persecución de aquella bulliciosa camada de filhos da mae, que sale echando chispas por delante de él, tratándolo de rabudo, sin gran temor al palo que amenaza descalabrarlos.
Hacia medio día, y apenas adelgazado el torrente humano que desemboca en la ciudad por distintos puntos, asoman los feriantes con sus bien llenas yuntas de bueyes de reluciente pelaje y lustrosa cornamenta; atraviesan por el Rollo, en dirección al Foso, en donde tiene lugar la feria, y, al poco rato, aquel inmenso receptáculo de ganado en exhibición ondea, brama y espuma como un mar, acariciado por una racha de viento manso.
Por entre los huecos que dejan libres las yuntas, enfilados simétricamente, unas al lado de otras, con sus dueños al frente, pasan y repasan, van y vienen los feriantes, tirando rabos, alzando patas, examinando dentaduras, hasta que dan con una pareja que llena aparentemente sus ansias, y pregunta uno:
-¿Cánto pides polos bois, oh?
- cen pesos
-¡Cardspita, son de prata ou ten os carapitos d’ouro?.
El vendedor pone su mercancía por los cuernos de la luna; el
comprador la rebaja, hasta dejarla por el suelo; a un peso de quita,
Concedido a regañadientes, responde otro de aumento, largado con pesar, y la operación de compra-venta, empujada por pintoresca verba de dime y diretes, avanza lentamente hacia su término.
-Dall’a a seña, oh! -dice, por fin, uno del grupo comprador. El interesado saca, entonces, la tradicional peseta y trata de hacerla aceptar por el vendedor, que se resiste con todas sus fuerzas a recibirla, apretando ferozmente la mano que aquel forcejea para abrirle, en una lucha que a a veces se prolonga indefinidamente, entre empellones y carcajadas, a los encontrados gritos de:
-¡Non ch’a quero, non!-,¡pois has de tomala, coiro!
Si el vendedor cede, el comprador hace pasear los bueyes, les tira del rabo, para ver si no amolecen, vuelve a calcular su edad, por el examen de los dientes, les da aire a los ojos con la mano abierta, para cerciorarse de que no son ciegos, y si la pareja responde a sus anhelos, este abre la bulsa, aquel suena la moneda y se rocía el negocio con un neto de viño por cabeza.
Arriba, en la lonja de tierra que se extiende sobre la explanada que domina el foso, a espaldas de la cárcel pública, frente al cementerio, como un complemento de la feria de bueyes, vacas y becerros, están los caballos, mulas y pollinos, pasando por las mismas alternativas de aquella, entre relinchos y carreras, rebuznos y latigazos que se mezclan en el ambiente con mugidos y cornadas, varazos y balidos.
A la caída de la noche, aquel mar viviente de ganado, roto el dique que lo mantenía preso en reducido espacio, se desborda rumoroso por los mismos rumbos que allí lo congregaran; los traficantes del mercado levantan su campamento de cestos, municos, cajas, bolsas y paquetes, y el torrente humano se dispone a seguir al vacuno-caballar, como la espuma a la ola.
Entonces son los apuros; los negocios todos del pueblo se llenan de mujeres ávidas de dejar en ellos los pocos pesos obtenidos en el mercado o beneficiados en la feria, al son de apremiantes pedidos de toda clase de objetos, que vuelven locos a los encargados de cumplirlos.
-¡Deame catro cartos de gas, e inchame ben a limeña!- dice una
-¡ A min un chavo de canela, e non me vaia a roubar!. Dice otra
-¡ Un anaco de bacallao, para min!
-¡ E a min…!
Pero.. Discúlpeme el lector que no continue, porque ainda teño qu’ir a escola. Y son las cinco de la tarde de aquel día de hace tantos años, que pasaron sobre mi cuerpo, pero no sobre mi alma.

Numael Ezper. Buenos Aires, 26 de Agosto de 1908.

Extraido del libro "Manuel Pérez Pérez, un salcedense no esquecimento" Editorial Cardeñoso-

martes, 8 de febrero de 2011

HISTORIAS DE TUY. Conquista a los franceses de la ciudad de Tuy por las tropas del Abad de Couto.



Paso de un destacamento de dragones por Cerveira. Imagen del sitio http://xinzoinformacion.e.telefonica.net/publicacions/calos_gomez/LabatalladeXinzodelimia1809.pdf de Carlos Gómez

Recobrada la ciudad de Vigo, nuestras guerrillas galaicas pasaron a reforzar el cerco de Tuy,- y las que capitaneaba el abad de Couto cubrieron las avenidas de la villa y de Puente Areas, fortaleciéndose oportunamente el punto de Reboranes (así en el original) el 10 de Abril con cinco piezas de artillería, las cuales había de sostener una columna de nuestros guerrilleros en marcha para aquel sitio.
Un capitán que entonces se presentó por allí, se encargó del manejo de esta artillería, y sin esperar la columna que debía apoyarla ni querer escuchar las razones del P. Giraldez para que no disparase ningún tiro hasta la ocasión oportuna, descubrió a los invasores la batería disparando contra ellos desacertadamente.
Los franceses, al ver aquella batería indefensa, la atacaron instantáneamente con bravura, y se apoderaron de los cañones a la carrera.
Así se explica este desastre el Sr. Alonso y López: aquí como lo hace el conde de Toreno:
Libertada Vigo esperábase que el bloqueo de Tuy tendría pronto y feliz éxito pues además de acudir desde allí con su gente Morillo, Tenreiro, Almeida y otros, vino también por su lado Manuel García Del Barrio, reconocido por comandante general por la junta de Lobera. Pero tanto concurso de gefes y caudillos no sirvió sino para suscitar zelos y rencillas. Morillo se dirigió al puente de San Payo para impedir allí el paso a las fuerzas francesas de Compostela que venían en socorro de Tuy, y los otros, en especial Barrio y Tenreira, el uno presuntuoso y el otro díscolo de condición, desaviniéronse y ocupáronse en recíprocos piques y zaherimientos. Y así este bloqueo sostenido con cañones y más gente fue mal dirigido y al cabo se malogró. Mandaba dentro el general Martiniere y el 6 de Abril haciendo una salida apoderose de cuatro piezas colocadas en la altura de Francos, no muy distante de la ciudad.
Envalentonados los invasores con aquel hecho de armas, salieron de Tuy con ánimo de esterminar a los guerrilleros galaicos que cercaban aquella plaza; pero fueron rechazados bizarramente por ellos, no dando cuartel al francés que se cogía.
Encerrado otra vez la Martiniere en la ciudad de Tuy y viéndose apurado como nunca, pidió socorro a Soult que entonces se hallaba en Braga y en Oporto,- y al abrigo de 4000 hombres, que se le enviaron a la plaza portuguesa de Valenza do Miño, fronteriza a Tuy, pudo atravesar el rio el día 13 de Abril para unirse a los franceses que invadieron a la nación vecina.
El abad de Couto entró el mismo día en Tuy con los denodados galaicos que acaudillaba,- y tomó posesión de la plaza a nombre de España.
Desalojados los franceses de Vigo y Tuy, quedó libre con esto la región meridional de Galicia

Fuente- Historia de Galicia.Dinastía de Borbón.Benito Vicetto.
1873