Las duras condiciones del servicio militar durante el siglo XIX empujaron a
muchos quintos a todo un despliegue de engaños, ardides y otros fraudes para
evitar el reclutamiento. Aunque a tenor de las circunstancias a las que se
sometían, no les faltaban razones en su picaresca. Esas particularidades del servicio: cuatro años de duración mínima,
frecuentes conflictos bélicos en España, Cuba o Marruecos, elevada mortandad en
los acuartelamientos por las pésimas condiciones de vida, convivencia con vagos
y maleantes,etc y otras claramente discriminatorias como que aquellos
mozos cuyas familias dispusieran de suficientes medios económicos podrían
"redimirse" de la prestación del servicio mediante el pago al Estado
de 6000 reales 1500 pesetas desde 1868- o pagar a un sustituto que cumpliera el
servicio, fueron el caldo de cultivo de no pocas de estas trampas apuntadas.
Las tropas españolas desfilan en el puerto de Manila al ser recibidas con todos los honores 1898. Fotografía propiedad Museo del Ejército |
Debido a la particular situación
de la Galicia del XIX (con pobreza, aislamiento y una posición geohistórica que
llevó a grandes procesos de emigración), los procesos de resistencia popular a
las quintas son muy singulares, destacando las inutilizaciones (uno de los
modos más comunes para evadir el servicio militar), la huida abandonando el
lugar de residencia (prófugos), las sustituciones fraudulentas, los cohechos
(sobornos a médicos, alcaldes, talladores, etc.), la deserción, etc.
La emigración era sin duda la
fórmula más utilizada, por lo que emigrar estando sujeto a reclutamiento era
considerado desde la administración sinónimo de huir: así, emigrante y prófugo
eran la misma cosa. Desde 1850, Galicia fue la región que más prófugos "producía".
También existían las automutilaciones, éstas se practicaban normalmente cuando
el mozo conocía ya la suerte que el sorteo para la quinta le había deparado.
Casi siempre se recurría a amputarse el dedo índice de la mano derecha.
En lo que respecta a los paraderos desconocidos de los mozos decir como dato significativo que durante el periodo anual abril de 1928 a abril de 1929 solamente en Salvatierra se reclaman desde las juntas de reclutamiento a los siguientes mozos: Jose Núñez Lago, José Pereira, Marcelino Porto Rodríguez, Serafín Rodríguez Castro, Francisco Tobía, José Pérez Rodríguez, Luciano Bernárdez Gándara , Juan Bautista Araujo, José Taboada Álvarez y Manuel Peña Troncoso de Arantey.
En lo que respecta a los paraderos desconocidos de los mozos decir como dato significativo que durante el periodo anual abril de 1928 a abril de 1929 solamente en Salvatierra se reclaman desde las juntas de reclutamiento a los siguientes mozos: Jose Núñez Lago, José Pereira, Marcelino Porto Rodríguez, Serafín Rodríguez Castro, Francisco Tobía, José Pérez Rodríguez, Luciano Bernárdez Gándara , Juan Bautista Araujo, José Taboada Álvarez y Manuel Peña Troncoso de Arantey.
Grupo de tres militares posando con uniforme de rayadillo. Puerto Rico siglo XIX Fotografía propiedad Museo del Ejército. |
A medida que la legislación a
este respecto se fue endureciendo, se hicieron necesarias mutilaciones más
graves: dos o más dedos, un ojo, el tendón de Aquiles ..., cualquier cosa era
preferible, sobre todo en períodos como el Sexenio, en los que la mortalidad en
servicio superaba el 50%.
En La zona de influencia de
Salvatierra y Salceda no fueron ajenos a estas situaciones. En 1844 el Eco del comercio menciona que en la
zona de Salvatierra, Sela y San Gregorio anda un cabecilla reclutando gente que queda ya a media
paga para preservar la frontera”.
En Salceda de Caselas ya entrado el siglo XX, el 27 de Noviembre de
1927 el periódico El correo de Galicia
nos pone al tanto de la Fiesta de la Raza, motivo por el cual se brinda
homenaje a los soldados licenciados de África. La noticia que reproducimos dice
así:
“ A las tres de esta tarde llegaron a esta villa las tres mejores
gaitas gallegas que hay en el distrito “Pichelas” “Leiros” y el de Salceda.
Poco después fueron apareciendo en la plaza de abastos los licenciados de África
y la juventud de ambos sexos de todas las parroquias a la redonda organizándose
un animado baile.
A las siete de la tarde
subieron todos los excombatientes, Ayuntamiento pleno y fuerzas vivas a la casa
consistorial donde se les sirvió una merienda, café y licores. Presidió el
alcalde Arturo Gallego Cruces, sentándose a su derecha el ex-sargento del
ejército de África y guardia civil hoy de esta localidad Don Jesús López Martínez
y a su izquierda el licenciado de igual graduación Don Vicente Segura Pérez,
oficial primero de este Ayuntamiento siguiendo después ocupándose los puestos
por orden, las clases y soldados.
Mientras se celebraba la merienda los populares gaiteros Pichelas y
leiros tocaban en el salón lo más selecto de su repertorio.”
Esta digamos, es la cara amable
que las autoridades republicanas nos muestran en este acto, aunque lo cierto es que muchos de esos soldados regresaban con la moral minada y con graves
secuelas de salud. Así, con una cabecera titulada España en el Rif, el rotativo la Correspondencia de España, nos habla de la llegada a la península
de una larga relación de soldados con enfermedades como gastritis, gastroenteritis,
enterocolitis y en el caso de Remigio Bernárdez
Blanco, mozo perteneciente a la parroquia
de Santos Justo y Pastor de Entienza, el muchacho llega enfermo o
convaleciente de paludismo. ( Domingo 5 de Diciembre de 1909).
En lo que respecta a las deserciones, los
nuestros obligaban a los alguaciles u oficiales de justicia ordinaria a
redactar no pocas órdenes o citaciones públicas para personarse y cumplir con
el llamamiento a filas, requerimientos que ni que decir tiene, en la mayoría de
los casos no llegaban a su destino o destinatario.
El Boletín oficial de la provincia de Orense con fecha 27 de Junio de 1854 hace un llamamiento a dos mozos Eladio Fernández Pazos y Jose Castellano González de Arantei y Salvatierra de Miño respectivamente para su incorporación tardía a filas.
BO ORENSE 1854 |
En algún caso si se consumaba la detención como nos cuenta la reseña periodistica: " En el lugar de Cernadas de Salvatierra fue detenido el profugo del reemplazo de 1920 Manuel Dominguez Almuiña, quedando a disposición de la caja de reclutas de Vigo "
Algunos, los más afortunados conseguían eludir el servicio. En Diciembre del año 1924 un Periódico local daba cuenta de los beneficios del cap´tulo XX de la ley de reclutamiento para el mozo de Salvatierra, Gabino Álvarez Arguelles y el documento que reproducimos certifica la exención de otro afortunado en Cabreira, mi abuelo Manuel Vaqueiro Pazo.
CERTIFICADO DE EXENCIÓN DEL REEMPLAZO DE 1915
DE UN MOZO DE SALVATIERRA
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FUENTES
-La Resistencia al Servicio Militar en Galicia (1837-1874) González Asenjo, Alfonso. J. -Resistencia y organización. La conflictividad rural en Galicia desde la crisis del Antiguo Régimen al franquismo Henrique Hervés Sayar, Angel Fernández González, Lourenzo Fernández Prieto, Aurora Artiaga Rego y Xesús L. Balboa López. -Boletin Oficial Orense- 27-Junio-1854 -Hemeroteca- El Eco del Comercio, La Correspondencia de España, El Correo de Galicia. -Museo del Ejercito- Archivo Fotográfico. |