En buena medida gracias a la
labor de miembros del Archivo Histórico Diocesano de Tuy que rescataron algunos
legajos documentales sobre la parroquia de los que una parte de sus contenidos
se publicaron en la revista Soberasum de la mano de Juan Miguel González
Fernández, vamos a embarcarnos en una retrospectiva histórica sobre la Villa de
Salceda recreándonos en algunas peculiaridades sociológicas sobre sus gentes y
lugares. No podemos hacerlo sin agradecer a los funcionarios de la Diputación
de Pontevedra su amable contribución en el envío y localización de los
presentes datos que a continuación
exponemos.
En el año 1753, el Catastro del
Marqués de Ensenada atribuye a la villa unos 254 vecinos o familias lo que
equivaldría a una cantidad aproximada de
un millar de habitantes. De estos, las mujeres célibes casi son cinco veces el
número de hombres. Esto viene dado por una fuerte emigración al Reino de
Portugal por su proximidad geográfica y buena comunicación. En sus Notas Históricas del Bajo Miño. Iglesias
Almeida nos cita a cuatro
“carretones” de Salceda (mozos
que arrastraban un carro a modo de cajón abierto con dos ruedas) que se ocupaban
de vender la sardina traída de la costa de Portugal…. La economía convertía en cultivo estrella el maíz
con hegemonía sobre otros productos, si bien la vid y su producto el vino,
gozaba de una buena explotación. Las castañas se usaban para alimento humano y
animal y las legumbres, en especial las coles eran objeto de cultivo, aunque
pocos disponían de una huerta. Podemos mencionar la existencia de una cabaña
ganadera ya que desde antiguo se celebraba hacia finales de mes una feria de
ganados en la parroquia, a la competencia con las de Budiño y O Cerquido. La
distribución de clases sociales se puede observar en el siguiente cuadro.
VENTA DE LAS PARROQUIAS DE SANTA MARÍA Y SAN XURXO DE SALCEDA.
Dentro de una coyuntura histórica
y económica que no explicaremos por no darle demasiada extensión a esta entrada,
a partir del año 1574 se produce la venta de las parroquias de Santa María y
San Xurxo de Salceda. Aunque la documentación de la venta de la primera está
perdida si se conserva copia de la parroquia de San Xurxo. El Episcopado de Tuy
perdería además de estas dos parroquias, los dos Budiños y la cercana parroquia
de Parderrubias comprada a su vez por D. Antonio Araujo, a quien hemos dedicado
alguna entrada en este blog. El Monarca Felipe II habría entregado la parroquia de Salceda al
banquero Italiano Jacomo de Berdi. Este se lo vendería al canónigo Lorenzo
Correa Alemparte, Señor de la casa y granja de Pegullal que buscaba aumentar el
prestigio de su linaje con posesiones, que además amortizasen con sus foros la
inversión. Sin embargo se producen algunos intentos de recobrar esa
jurisdicción por parte de los vecinos que se apoyan en D. Luis Troncoso de
Lira, que se titulaba Señor de San Martiño de la Picoña. ¿Qué interés movió a
este noble a ponerse del lado del pueblo llano? Según el texto, se especula con
la idea nada desdeñable de frenar el ascenso de sus oponentes nobles en la
carrera terrateniente.
DESIGNACIÓN DE ALCALDÍA Y CARGOS PÚBLICOS
Los hombres de la parroquia se
reunían en origen en el lugar de A Seara y avanzando el siglo trasladarían sus
asambleas a los aledaños de una mesa de piedra que aún se conserva en el atrio
de la iglesia, en el barrio de a Esfarrapada( Así en el original). En principio este era un sistema abierto y
popular en contraposición a la elección directa por parte de los Señores o
nobleza agraria. Además, se consideraba desde tiempos de antaño, que los cargos
públicos no sobrepasasen el año natural, aunque esto no siempre se cumplía como
veremos más adelante. En la misma línea, excluían del poder a forasteros por
desconocimiento de las circunstancias y problemas específicos del distrito. En
este sentido en el año 1799 los vasallos de Entenza se quejaban de que los
curas se entrometían a recomendar como jueces a gentes de fuera de la
jurisdicción "revoltosos y estafadores del pueblo” y en concreto solicitan que le
sea retirado el título a Francisco González, vecino de Guillarei, porque
teniendo muchas tierras en la parroquia era bien sabido que utilizará el cargo
para ejecutar algunas venganzas, obligando
a los pobres a trabajar de balde en sus haciendas.
Con todo y a pesar de las
bondades del sistema de elección, parecía difícil evitar que algunos personajes locales se instalaran en el poder,
así, un tal Juan de Carballido sumó seis mandatos e incluso alguno accederá de
modo selectivo para ponerse al frente del cabildo municipal como el caso de
José Francisco Pérez Carvajal. Como promedio dos de cada tres que ocuparon
cargos concejiles, disfrutaban de buena posición; En concreto Domingo da Farrapeira
e Hilario Cabaleiro por su volumen de tierras y Cabaña ganadera. Domingo
Rodriguez Bouza con cinco mandatos posee una extensa cantidad de Montes y
Francisco de Carballido una buena cantidad de tierras de secano. Hay algún caso
de condición más modesta como Pedro Álvarez, Domingo ledo o Ventura de Lemos
entre los que ocuparon cargos de posición social menos acomodada. En general el
reparto del poder estuvo en la parroquia de Santa María de Salceda bien
distribuido. Hubo alguna excepción como los citados o en una escala mayor se
podría mencionar al abogado Sestelo Barros o el hidalgo Don Manuel de Avalle,
pero durante casi todo el siglo XVIII y comienzos del siguiente los cargos de
gobierno municipal quedarán en manos de labradores y artesanos.
FUENTES-
- Archivo histórico Diocesano de
Tuy. Nº 194 San Xurxo de Salceda. Actas 40 -41 nº 19 Tíotulo de propiedad de la
Villa de Salceda 1580-1801. Nº 195 Santa Maria de Salceda. Acta 138 nº 34-39.
-Mecanismos y sociología del
poder en un coto agrario de dominio vecinal: La
“Villa “ de Santa Maria de Salceda en el siglo XVIII. Juan Miguel González
Fernández